Pautas y pistas para cazar ‘deepfakes’

En estos últimos años, se han hecho más conocidas y alcanzables las herramientas de Inteligencia Artificial, las cuales permiten agilizar muchos procesos de trabajo. Ya sea recopilando un gran volumen de información o mecanizando tareas repetitivas, la IA se presenta como un aliado en muchos ámbitos. No obstante, y frente a sus múltiples beneficios, también ha aumentado la presencia del deepfake, la manipulación de imágenes, vídeos o audios falsos que simulan ser reales mediante un sofisticado software de Inteligencia Artificial.

Desde discursos manipulados que parecen ser dictados por personalidades o políticos reconocidos a imágenes completamente irreales, un uso malicioso de este software basado en Inteligencia Artificial se presenta como una amenaza para perpetrar nuevos tipos de fraudes. En este sentido, es esencial estar informado y ser crítico con aquellos contenidos que consumimos para detectar y diferenciar lo que es real de lo que podría tratarse de un deepfake.

Por ello, y conocedores de la dificultad a la hora de detectar un deepfake, CaixaBank alerta de las señales y pautas que pueden contribuir a la hora de sospechar sobre el origen de un contenido:

• Prestar atención al rostro y cuerpo, ya que el uso del deepfake suele centrarse en la cara y las facciones y, por ello, la mala alineación o desproporción con el cuerpo puede hacernos sospechar.
• El número de parpadeos puede delatar a los deepfakes, puesto que el parpadeo natural supone todo un reto para los softwares de IA que manipulan las imágenes y una ventaja para el usuario a la hora de reconocer si se trata de un vídeo real o manipulado.
• Observar hasta el más mínimo detalle facial y de la piel puede ser esencial para saber si se trata de Una piel demasiado lisa o arrugada; unas expresiones poco naturales; o una imagen con bordes borrosos puede ser una señal para detectar un fraude.
• Analizar el origen de la fuente y su veracidad es una tarea que nos llevará algunos minutos, pero que será de gran valor para conocer si el origen del vídeo o contenido proviene o no de una fuente fiable.
• La extensión de un vídeo se presenta como otra medida para valorar su fiabilidad. Los deepfakes suelen encontrarse en vídeos cortos y, por ello, si nos encontramos frente a un vídeo de gran duración es más probable que sea real.

CaixaBank, en el apartado de seguridad de su web, explica esta técnica y recomienda que ante cualquier petición singular o sospechosa de alguien conocido recibida en formato de audio o vídeo, lo más recomendable es contactar directamente con la persona en cuestión mediante un canal oficial y asegurarnos de la legitimidad de la solicitud.