Reportaje

David Pérez, voluntario de CaixaBank.

La despoblación es un fenómeno que afecta a muchas zonas de España y desde hace muchos años está en boca de todos. El abandono de los pueblos y la reducción de la población que vive en estas localidades es un problema acuciante y que nos afecta a todos. Por ello, hoy es más necesario que nunca impulsar iniciativas que fomenten el desarrollo de las zonas rurales.  

Trabajar en favor de las zonas rurales es clave para mantener la producción alimentaria, las tradiciones y la cultura. Además, el impulso de los pueblos es un pilar clave para fomentar la diversidad económica, ampliando el rango de impacto de la economía y generando un desarrollo en los núcleos rurales.

Comprometido con la mejora de su comunidad, Manuel Pérez dedica buena parte de su tiempo a impulsar el valor y las oportunidades que ofrecen las zonas rurales. “Desde hace ocho años participo en actividades de voluntariado para concienciar a los ciudadanos sobre la importancia de los pueblos y de la preservación del medio ambiente”, comenta Manuel.

Este voluntario andaluz participa frecuentemente en talleres sobre olivos circulares en la provincia de Sevilla para que personas en situación de vulnerabilidad conozcan la trascendencia del aceite en la sociedad y el tejido económico de Andalucía. “En los talleres, organizados junto con la Fundación Juan Ramón Guillén, explicamos todo el proceso que hay detrás de la obtención del aceite, los tipos de ‘oro líquido’ que existen o cómo la economía circular permite dar una segunda vida a los distintos subproductos, entre otros”, destaca orgulloso.

“No solo nos quedamos con la parte teórica, ya que las personas participan en actividades lúdico-educativas. Palpan y experimentan en primera persona la información que previamente han recibido”. Manuel también recalca que los participantes, una vez concluida la jornada, pueden probar el aceite que han elaborado, viendo el resultado de su trabajo y teniendo una visión global de cómo es el trabajo de los agricultores y de la cadena productiva.

A pesar del contenido formativo, Manuel se queda con la experiencia que viven estas personas. “Muchos de ellos ven el mundo rural como algo aislado. Gracias a las actividades, salen de su dinámica y conocen otras realidades”, señala Manuel mientras apunta a la gran inquietud que generan las iniciativas entre los participantes.   

Manuel también destaca los beneficios que le genera participar en labores de voluntariado. “Me siento muy agradecido, ya que recibo más de lo que doy”, comenta emocionado. “Participar en acciones de voluntariado me permite ser una persona más empática y optimista”, señala convencido.

Los datos recopilados en el Informe Anual de Indicadores. Agricultura, Pesca y Alimentación del Ministerio de Pesca, Agricultura y Alimentación, revelan que en 2022 tan solo el 15,8% de la población española residía en zonas rurales, las cuales conforman el 83,9% del territorio nacional. Ante una realidad en la que la población se concentra en núcleos urbanos y en grandes ciudades, las actividades del Voluntariado CaixaBank tienen el propósito de generar un impacto positivo en la comunidad y tejido rural de España, adaptándose a las necesidades de cada territorio.

Otra de las personas que fomenta el impulso de las zonas rurales es David Pérez, que lleva participando en labores solidarias en el País Vasco desde hace más de cinco años, y siendo uno de los más de 17.200 voluntarios de CaixaBank que en 2023 participaron en actividades que generaron un impacto positivo en la vida de más de 372.000 personas vulnerables en toda España. “Fundamentalmente participo en actividades vinculadas con el medioambiente, como recogidas de residuos y rutas por espacios naturales”, señala David.

Además del contacto con la naturaleza que viven las personas que participan en las actividades, David incide en la relevancia que tienen las iniciativas para que la gente conozca el entorno rural y cómo son los pueblos y sus gentes. “Las actividades conciencian a los participantes sobre la tradición y la importancia del mundo rural en nuestras vidas”, destaca.  

El campo fomenta el emprendimiento y pone de manifiesto que la tradición no está reñida con la modernidad y la innovación. “Uno de los principales atributos que ofrecen las actividades rurales es el fomento de un ‘nuevo modelo de vida’. Las personas se dan cuenta de que los pueblos ofrecen calma y tranquilidad, permitiendo disfrutar de una vida más reflexiva y menos inmediata”, señala el voluntario.

Además de los beneficios que las actividades generan en las personas que participan, David recalca el efecto que la acción solidaria genera en su vida. “Cuando participo en estas actividades me siento muy feliz, ya que puedo mejorar la vida de personas en situación de vulnerabilidad y poner en relieve la importancia de trabajar en favor de las zonas rurales y de la naturaleza”, concluye.