Recursos para medios
Accede a nuestros recursos para periodistas.
En la navegación marina, los peligros proceden de las olas, las corrientes, las condiciones climatológicas, algunas especies animales… Y en la red, los riesgos son los virus, los bulos o la utilización ilícita de datos personales ajenos para usos malintencionados, entre muchas otras amenazas. Para navegar sin marejada por Internet, lo mejor es tener en cuenta varias recomendaciones.
Un navegador es una aplicación o programa informático que permite visualizar y explorar páginas web. Aunque hay muchos en el mercado, algunos de los más habituales y valorados son Chrome, Microsoft Edge, Safari o Firefox. Y precisamente el primero de los consejos para una navegación online segura pasa por utilizar versiones actualizadas de los navegadores. Si la versión es reciente, mejorará el rendimiento, nos proporcionará nuevas funcionalidades y resolverá posibles fallos o vulnerabilidades. También conviene actualizar el sistema operativo (ya sea Windows, Apple, Linux…) y todas las aplicaciones que tengamos instaladas.
Un gran aliado para evitar sustos son los antivirus, que se encargan de detectar y eliminar los virus en el equipo informático. Aunque la protección que otorgan no es del 100%, los riesgos se minimizan si el antivirus está actualizado, ya que cada día aparecen nuevos virus.
Otro consejo pasa por navegar por sitios web conocidos. De hecho, hay algunos navegadores que alertan del potencial riesgo de hallarse ante una página peligrosa, por lo que, si te encuentras con una advertencia de este tipo, lo mejor es hacerle caso.
Por otro lado, si vas a dejar desatendido tu equipo mientras está conectado, es importante bloquearlo con contraseña de usuario hasta que vayas a recuperar el control visual sobre él. Esta recomendación es todavía más encarecida si se accede a equipos en lugares públicos o en el entorno laboral. Al hilo de las contraseñas, lejos de optar por las recurrentes 1234, 0000 o demás fórmulas sencillas fáciles de descifrar, es muy importante contar con una clave robusta con más de 8 caracteres en la que tengan cabida tanto mayúsculas como minúsculas, además de dígitos y caracteres especiales (como interrogantes, exclamaciones, símbolos matemáticos, signos de puntuación…).
También es mejor usar una contraseña distinta en función del uso que le vayamos a dar y no repetir clave para el correo electrónico, las redes sociales, la banca electrónica… Un gestor de contraseñas puede sernos de gran utilidad, ya que guarda las claves de manera segura y no hay que fiarlo todo a nuestra memoria.
La ejecución de un programa puede llevar pareja la instalación de código malicioso en el equipo, de manera que, si tú no lo has solicitado, debes cancelar cualquier ejecución de programas. De hecho, si no estás convencido del origen de lo que estás descargando, es mejor no hacerlo o verificarlo previamente.
También hay que tener presente que navegando nos podemos topar con Hoax lo que, traducido a un idioma inteligible, quiere decir que pueden aparecer mensajes electrónicos que contienen fake news o bulos que pretenden sensibilizar al usuario para que realice una aportación económica.
No olvides tampoco ir con sumo cuidado con tus datos personales. A veces no somos conscientes de que los exponemos y pueden ser accesibles para otras personas, lo que permite que sean empleados de manera malintencionada e ilícita por otros usuarios.