La huella de carbono y el cambio climático tienen una relación directa que podría resumirse así: los gases de efecto invernadero que se generan con la actividad diaria, entre los que destaca el dióxido de carbono (CO₂), congestionan la atmósfera y crean una especie de pantalla que retiene el calor que despide la tierra. De esta forma se produce el fenómeno del calentamiento global, que está provocando cambios de gran calado en el comportamiento de los fenómenos climáticos.
Cada año, CaixaBank calcula los gases de efecto invernadero que ha emitido a la atmósfera de manera directa o indirecta: al encender las luces de sus oficinas o usar sus ordenadores o equipos climáticos, a través del consumo de papel u otros materiales, con el transporte o los viajes de sus empleados, etc. En 2018, el total de emisiones de la entidad ascendió a 27.334 toneladas, un 21% menos que el año anterior. Esta reducción responde a una política activa de control de emisiones que ha logrado aminorarlas en un 75% desde 2009.
Una vez verificado el cálculo de su huella de carbono, CaixaBank compensa el 100% de estas emisiones a través del apoyo a varios proyectos escogidos por su elevado impacto social y ambiental. Este año, la entidad ha compensado las emisiones de 2018 a través de un proyecto ubicado en México, que consiste en generar energía limpia gracias al aprovechamiento de los desechos de las granjas porcinas de la zona de Sonora. Además, completa la compensación de CO₂ a través de la reforestación de dos bosques ubicados en Montserrat (Barcelona) y Ejulve (Teruel), cuyos beneficios directos sobre el territorio se contabilizarán durante los próximos 40 años.
Para CaixaBank, el cálculo y compensación de su huella de carbono es una herramienta de gestión clave para plasmar su compromiso con el medio ambiente y con una banca socialmente responsable. Además, la entidad es la única que contrata energía eléctrica proveniente en su totalidad de fuentes renovables.
Impulso a iniciativas contra el cambio climático
CaixaBank es una de las entidades financieras líderes en la lucha contra el cambio climático a nivel global. La organización CDP ha incluido a CaixaBank, por quinto año consecutivo, en el índice de empresas líderes en la lucha contra el cambio climático.
El año pasado, CaixaBank participó en el mercado de préstamos verdes por importe de 1.448 millones de dólares, entre los cuales se encuentra la financiación de proyectos de energías renovables (más de 645 millones de euros en 2018). Asimismo, CaixaBank cuenta con varias líneas de productos enfocadas a financiar iniciativas respetuosas con el planeta, y colabora con el Banco Europeo de Inversiones en la financiación de proyectos enfocados a la lucha contra el cambio climático. Con este tipo de financiación CaixaBank contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, con especial incidencia en el ODS13, Acción por el clima.
La entidad forma parte desde 2007 del grupo de entidades financieras adheridas a los Principios de Ecuador para garantizar que los proyectos a los que presta financiación y asesoramiento se lleven a cabo de forma socialmente responsable. Además, desde 2016 forma parte de la junta directiva del Grupo Español de Crecimiento Verde, que fomenta el crecimiento económico ligado a una economía baja en carbono.
CaixaBank se ha unido también a la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI), que cuenta con tres objetivos principales: el compromiso con el desarrollo sostenible, la gestión de la sostenibilidad y la concienciación pública. Asimismo, la entidad es miembro del Dow Jones Sustainability Index (DJSI), índice mundial que valora el comportamiento de las empresas bajo criterios sociales, medioambientales y de gobierno corporativo.