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Alejandro y Pablo Zarzuela jugadores de la selección española de baloncesto en silla de ruedas
Alejandro y Pablo Zarzuela jugadores de la selección española de baloncesto en silla de ruedas
La selección española masculina de baloncesto en silla de ruedas ha disputado en los últimos días el Campeonato de Europa en Adeje (Tenerife). El combinado nacional ha finalizado en quinta posición, tras vencer a Italia en el partido por la quinta y sexta plaza. Dos de los protagonistas de este exitoso proyecto son hermanos y han querido compartir con CaixaBank sus reflexiones sobre su carrera y este deporte.
CaixaBank, como empresa patrocinadora de la Federación Española de Deportes de Personas con Discapacidad Física (FEDDF), apuesta por los valores de este deporte y participa activamente en las iniciativas creadas por la Federación. Sin ir más lejos, CaixaBank patrocina el Campeonato CaixaBank de Escuelas de España que se disputa en Sabadell el 7, 8 y 9 de julio. El objetivo es promocionar el talento y forjar nuevas generaciones que mantengan el espíritu competitivo que tantos éxitos ha dado a esta selección.
Buenos días, Alejandro y Pablo Zarzuela, ambos sois hermanos y atesoráis los mayores éxitos y calidad de esta selección. ¿Cómo lleváis la comparación con los hermanos Gasol? ¿Qué similitudes tienen vuestras carreras?
Alejandro: Me halaga la comparación, ya que son dos deportistas tan laureados y tan importantes para la historia del baloncesto español, aunque a la vez me cansa un poco la comparativa. Creo que la similitud es que somos hermanos y ya está. ¡Ellos creo que son y van a ser inalcanzables por mucho tiempo!
Pablo: Ese apodo lo tomamos con cariño y de forma jocosa, puesto que es un gran honor la comparación. Creo que los cuatro tenemos una carrera exitosa, pero los Gasol son otra historia (risas).
¿Qué os motivó a iniciaros en el baloncesto?
Alejandro: El hecho de ser un deporte en equipo y de contacto. ¡Me encantaba esa esencia!
Pablo: Iba paseando por Jerez y me crucé con un jugador que en aquellos tiempos jugaba en el equipo de la ciudad. Me comentó que si quería practicar básquet en silla podía pasarme por los entrenamientos a probar y así lo hice. Como se puede deducir, ¡Me encantó!
¿Cómo de importante ha sido el baloncesto en vuestra vida y qué os aporta diariamente?
Alejandro: Creo que ha asentado mis bases como persona y deportista, complementando la educación recibida de mi familia. Convivir con tantas personas con tanta variedad de discapacidades me ha hecho aprender mucho deportiva y personalmente.
Pablo: El baloncesto me ha ayudado a relacionarme con gente con infinitas situaciones diferentes a las mías, a aprender de ellos cómo solucionar ciertas dificultades, a mantenerme ágil y muy activo, que es importante dado mi estilo de vida sedentario. Me aporta disciplina, aprender a trabajar en equipo, etc.
¿Cuál es el futuro del baloncesto en silla de ruedas?
Alejandro: Tengo esperanzas de que se profesionalice cada vez más y pueda ser el estilo de vida de muchas más personas en el futuro. El baloncesto nos da mucha independencia y autonomía.
Pablo: Creo y espero que sea la profesionalización total y que podamos ganarnos un sitio visible en la sociedad. En definitiva, que los medios también apuesten por nosotros.
¿Qué papel juegan los patrocinadores en un deporte como el baloncesto en silla de ruedas?
Alejandro: El papel de los patrocinadores es crucial. Es la diferencia de poder hacer una buena concentración para preparar un torneo, en caso de selección nacional, o poder sobrevivir en equipos de categorías inferiores.
Pablo: Es un papel básico. Gracias a ellos los equipos tienen los recursos necesarios para que amantes de este deporte como yo tengan la suerte de poder dedicarse a ello.
¿Qué mensaje os gustaría transmitir a personas que, por el motivo que sea, han acabado en silla de ruedas y no saben si vincularse o seguir vinculados al deporte?
Alejandro: Mi experiencia me dice que el deporte da autonomía e independencia. El deporte en equipo transmite unos valores muy buenos y el poder compartir el día a día con otras personas con discapacidad es algo muy enriquecedor. A mí me cambió la vida.
Pablo: Les diría que la vida sigue. Que si eran deportistas, casi seguro que existe la modalidad adaptada de ese deporte y podrá seguir disfrutando al máximo de él. Y si no lo practicaba, creo que es el mejor momento para hacerlo. Vivir en una silla hace tu vida mucho más sedentaria y añadirle un deporte es casi obligatorio para tener buena calidad de vida.