En el interior de la provincia de Guadalajara, existe una localidad con poco más de 170 habitantes llamada Torremocha del Campo. Este municipio, al igual que otros tantos en la comunidad de Castilla-La Mancha, no contaba, hasta la llegada de las oficinas móviles de CaixaBank, con ningún punto de acceso presencial a servicios bancarios, por lo que abrir una cuenta, solicitar un préstamo o retirar dinero en metálico de un cajero podía convertirse en una odisea para sus habitantes.
Y es que, según el ‘Informe sobre la Inclusión Financiera en España’, realizado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), en 2022 había un total de 2.797 municipios españoles sin puntos presenciales de servicios bancarios. Se trata de una cifra que refleja la falta de democratización de los servicios financieros en los sectores más rurales, y que al mismo tiempo pone de manifiesto la problemática que tiene la población de estas localidades para realizar las gestiones bancarias más sencillas.
Precisamente por estos motivos, a lo largo de los últimos años las poblaciones de la España rural han manifestado su creciente necesidad de mejorar la red de servicios bancarios que llegan a sus localidades. CaixaBank, en este sentido, ha desempeñado un papel crucial para acercar los servicios bancarios a toda la población, incluyendo colectivos vulnerables y áreas rurales de Castilla-La Mancha. Actualmente, en el territorio, CaixaBank da servicio a un total de 123 localidades castellanomanchegas gracias a su red de oficinas y la instalación de cajeros rurales.
En concreto, la entidad cuenta con 158 sucursales repartidas por toda la comunidad, y tienen aseguradas 111 localidades con al menos una oficina bancaria, con la finalidad de que sus clientes reciban servicios financieros de calidad y se sientan atendidos, a pesar de residir en un municipio pequeño. En este sentido, cabe destacar que en 10 localidades castellanomanchegas CaixaBank es la única entidad financiera presente en el municipio con una sucursal, lo que supone un 8,1% de su red en la comunidad. Así, gracias a la capilaridad de su red de oficinas, el grupo consigue hacer llegar la calidad de sus servicios financieros a municipios rurales con menos de 3.000 habitantes, o incluso a municipios con menos de 400 habitantes, como Buenaventura (377), Almendral de la Cañada (333); y La Estrella (298).
Sin embargo, la presencia de CaixaBank en Castilla-La Mancha también se debe a las ofimóviles, con las que clientes y no clientes de la entidad pueden realizar sin ningún tipo de complicación sus gestiones bancarias, como retirar efectivo, hacer ingresos y pagar recibos e impuestos. Así, gracias al despliegue de las ofimóviles por las localidades rurales más apartadas de la comunidad, el grupo financiero consigue llegar a más de 63 poblaciones que no disponen de ninguna sucursal bancaria, como Torremocha del Campo. Gracias a estas oficinas móviles, cerca de 52.600 habitantes de estos pequeños municipios pueden realizar periódicamente sus operaciones bancarias con total normalidad, sin la necesidad de desplazarse a otra localidad.
Presencia y compromiso con en el territorio
CaixaBank da cobertura a un total de 3.142 localidades en todo el país, y cuenta con la red del sector bancario más grande de España, con cerca de 4.000 oficinas. Dicha capilaridad, también se extiende al ámbito rural, donde el grupo financiero suma un total de 1.835 oficinas y ventanillas en poblaciones de menos de 10.000 habitantes.
De esta forma, el grupo financiero trabaja año tras año para ampliar su presencia en todo el territorio español y comprometerse con la inclusión financiera en España. Y es que, sin duda, gracias al compromiso y esfuerzo de las entidades bancarias la democratización de los servicios rurales es una realidad cada vez más presente.